El perro viejo

Un perro se considera mayor alrededor de los 7 años, aunque hay muchas variaciones dependiendo de la raza y el tamaño.

Los perros pequeños pueden vivir mucho más de la media, entre 15 y 18 años. Los perros de razas grandes no alcanzan edades tan avanzadas como los de raza pequeña. Generalmente viven 11-13 años.

El envejecimiento suele comenzar a los 6 años de vida. En las razas gigantes se pueden observar los primeros problemas de salud a partir de los 5 años.

Los perros de edad avanzada presentan frecuentemente procesos articulares, disminución de la capacidad auditiva y de visión, aparición más frecuente de tumores, algunas enfermedades orales, patologías cardíacas, enfermedades hepáticas y lesiones renales.

Es recomendable realizar revisiones periódicas que puedan consistir en:

– Examen físico: ojos, boca, oídos, piel

– Análisis de sangre y orina: detectaremos problemas de rñón, hígado y problemas hormonales (diabetes por ejemplo)

– Revisión cardíaca: es muy común en estas edades la aparición de enfermedades valvulares y dilataciones cardíacas

– Ecografía abdominal: podremos ver el estado de los órganos internos, como útero, próstata, hígado, riñones… Es especialmente útil para la detección precoz de tumores.

Es muy importante la detección precoz de las patologías asociadas al envejecimiento. Que el animal sea mayor no es excusa para desatender sus necesidades veterinarias.

Los cuidados especiales que necesita un perro mayor son:

+ Una alimentación correcta

+ Revisiones periódicas

+ Ejercicio adecuado

Estos tres puntos son claves para una vida sana y larga para tu mascota.

Enfermedades más frecuentes a partir de los 7 años:

Artrosis: los problemas músculo-esqueléticos son muy frecuentes. Pueden aparecer dificultades al caminar, rechazo a paseos prolongados. Aparece dolor articular, especialmente cuando pasa del reposo al movimiento. Muchas veces se pueden observar cojeras que mejoran después del ejercicio.

Tumores: la aparición de cualquier masa, pigmentación anormal, cambio corporal o de conducta debe comentarse al veterinario. Los síntomas que produce un tumor son poco específicos y dependen del órgano que afecte.

Enfermedades cardíacas: la fatiga, la intolerancia al ejercicio, tos, son síntomas a tener en cuenta.

Enfermedades degenerativas hepáticas y renales: los signos más frecuentes que hay que vigilar son vómitos, pérdida de apetito, adelgazamiento, sed y orina en cantidad excesiva.

Enfermedades endocrinas o con base hormonal: como la diabetes mellitus, por ejemplo. Se caracteriza por una falta de insulina, hormona encargada de regular la glucosa en sangre. La ausencia total o parcial de insulina provoca la aparición de niveles de glucosa en la sangre muy elevados.

Enfermedades del aparato reproductor: infecciones urinarias y problemas prostáticos son los más frecuentes.

Enfermedades dentales: muchos pacientes geriátricos tienen problemas dentales (peridontitis, presencia de abundante sarro, abscesos, pérdida de dientes o muelas…) que deben ser vigilados.

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