Eso que dicen que los perros siempre tienen hambre y siempre comerían, no es cierto. Hay muchos factores que inducen a ello. Uno de los más importantes es la conservación del instinto de supervivencia. En la naturaleza, un perro no siempre tiene a su disposición comida y no cada día comen, por ello, engullir les puede salvar la vida.
La educación, en este sentido es fundamental. Para evitar un perro que constantemente está pensando en comer es muy importante una rutina. Esa rutina debe consistir en las siguientes pautas:
- Cumplir de forma muy estricta con los horarios de comidas. Siempre da de comer a tu perro a las mismas horas. Si un día le das a una hora y al otro día le das a una muy diferente, solo promoverás que tu perro desarrolle esa conducta de querer comer a todas horas.
- En cachorros menores de 6 meses dale 3 veces al día de comer, mientras que a partir de los 6 meses, dale dos veces. Hay veterinarios que aconsejan dar una vez al día cuando el perro ya se ha vuelto adulto, sin embargo, recomendamos seguir con esas dos tomas al día para evitar que pase demasiado tiempo en ayunas.
- Edúcale a comer. Esto significa que antes de darle la comida, le pedirás que se siente. Con esta sencilla orden evitaremos que el perro desarrolle conductas como el gruñido. Para evitar también esa conducta es importante no molestarle cuando come y que coma en una zona libre de molestias o de paso de gente, porque inducirá al perro a comer con ansiedad.
- Dale comida de calidad. Dándole comida de calidad lograrás que esté nutrido. Un perro nutrido es un perro saciado, y si está saciado no le dará por querer comer a todas horas.
- Controla las cantidades. Dale a tu perro la cantidad de comida que necesita por día. No te quedes corto, porque entonces sí promoverás la conducta hambrienta, y tampoco te pases, porque un perro obeso aparte de infeliz puede desarrollar numerosas enfermedades.
- Edúcale desde el primer día a no mendigar comida mientras vosotros estáis sentados en la mesa. Muchos propietarios les dan comida mientras comen, y lo que provoca es un estado de ansiedad en el perro y que esté molestando constantemente a los comensales.
Pero ojo, porque a veces un perro hambriento puede estar muy bien educado y parecer que muere de hambre. En ese caso, debemos consultar con el veterinario, porque hay otros factores que pueden influir en la incapacidad de absorber los nutrientes por parte del perro debido a alguna enfermedad, por tanto, no dudes en consultar al veterinario esta conducta de tu perro, una vez hayas agotado las vías educativas.
