Adoptar un perro

Hay que tener en cuenta que, de la gran mayoría de los perros que han sido abandonados, desconocemos su pasado y vivencias. Por ello, la adopción te va a requerir un pequeño esfuerzo. Tendrás que dedicar más atención al proceso de adaptación de tu amigo asu nueva vida, ayudándole en todo lo que te sea posible, con paciencia y con cariño, pero también con firmeza.

El perro que adoptes debe seguir lo protocolos establecidos por la ley:

  • Vacunación en regla
  • Identificación mediante microchip
  • Desparasitación tanto internamente como externamente
  • Esterilización: en algunas comunidades autónomas se entregará esterilizado, salvo que todavía sea un cachorro

Adoptar un perro cachorro

Has llegado a tu casa con el cachorro, con mucha alegría y con la certeza de que le espera una vida mejor. En estos próximos días los dos vais a experimentar grandes cambios que pueden traducirse en algo de nerviosismo y desorientacion. Es por eso que deberás facilitarle al máximo la llegada. Aunque te cueste y tengas muchas ganas de jugar con él, deberás dejarle a ratos tranquilo para que se vaya acostumbrando a su nuevo entorno.

Llegada a casa

  •  Decide el lugar donde vas a instalar su camita
  • Define el lugar donde quieras que haga sus pipís y sus cacas
  • Repite su nombre frecuentemente, evitando diminutivos y apelativos
  • Cómprale juguetes que no puedan causarle daño
  • Retira los cables y protege los enchufes que puedan quedar a su alcance
  • Infórmate de si las plantas que tienes son tóxicas

Alimentación

Es probable que el cachorro presente algún trastorno digestivo leve, que se manifieste en diarrea, y que además no quiera comer durante los tres o cuatro primeros días.

Lo que debes hacer es poner en su comedero la misma comida que le daban en el refugio, déjala  a su alcance unos 10 minutos y retírala, aunque no la haya probado. No le des sobras o comida humana.

Cuando tengas que hacer el cambio de pienso no lo hagas de forma radical. A la semana introduce, poco a poco, el nuevo pienso mezclado con el actual. Progresivamente, ve aumentando la cantidad del nuevo pienso y reduciendo la cantidad del anterior. La comida que debes darle es un pienso formulado especialmente para cachorros, de buena calidad y de alta digestibilidad, que favorezca la asimilación de los nutrientes.

Al día debes darle de comer:

– hasta los 6 meses 3 veces al día

– hasta los 9 meses 2 veces al día

– a partir de los 9 meses 1 vez al día

Las cantidades te las especificará tu veterinario, que variarán en función del tipo de alimento que elijas, de las características propias de tu perro y del tipo de vida que lleve.

Es importante para la educación de tu perro no dejarle el comedero lleno todo el día. Debes acostumbrarlo a que obtenga la comida a través tuyo.

Lo que sí debe tener lleno todos los días es el bebedero, que debe disponer de agua limpia y fresca.

La comida humana o casera no es conveniente para el perro porque no es completa ni equilibrada y no le aportará todos los nutrientes que él necesita para su desarrollo. Ni se te ocurra darle:

  • huesos: sobre todo de ave, son un peligro ya que pueden astillarse y provocar perforaciones en estómago e intestino
  • dulces: los cachorros no digieren bien el exceso de azúcares
  • no abuses de los snacks: acostumbran a contener demasiadas grasas, utilízalos sólo como premios en el aprendizaje

Higiene

El cachorro necesita una serie de cuidados externos que le van a garantizar su bienestar y salud.

El baño:

  • El primer baño: después del primer ciclo de vacunas (a las 10 semanas)
  • Si el olor del cachorro es poco agradable, puedes limpiarlo con toallitas húmedas o espumas secas específicas
  • La frecuencia del baño no debe ser excesiva
  • Aséalo en la bañera, con agua tibia y manteniéndolo alejado de cualquier corriente de aire para evitar que coja frío
  • Utiliza un champú especial para cachorros y ten mucho cuidado que no le entre jabón en los ojos ni en las orejas
  • Si con el buen tiempo decides bañarlo fuera de la casa, ten cuidado con la manguera: saca la boca de la manguera, ya que el agua a presión y el ruido lo pueden asustar, no bromees mojándole a traición, le puede coger miedo

El cepillado: infórmate sobre los cepillos y peines más adecuados para su pelaje, el cepillado es un buen momento para revisar bien la piel del cachorro y asegurarte de que no tiene ninguna herida, anomalía ni parásito. Cepíllalo de dos a tres veces por semana si tiene el pelo corto y una vez al día si tiene el pelo largo. Procura no hacerlo con brusquedad para no convertir ese momento en un suplicio

La limpieza delos oídos: es conveniente para prevenir infecciones. Presta una atención especial si tu perro tiene las orejas caídas y es de pelo largo, ya que son más propensos a acumular residuos. Debe hacerse, por lo menos, una vez al mes con una gasa húmeda (nunca con bastoncillos ya que son muy peligrosos)

La limpieza de los ojos: pasa alrededor de los ojos una gasa húmeda eliminando las secreciones y legañas

La limpieza de la boca: entre los seis y los siete meses de edad, tu cachorro cambiará los dientes de leche por la dentición definitiva. En ese momento, deberás controlar a través de tu veterinario su higiene bucodental. Es aconsejable el uso de juguetes especialmente diseñados para que desarrolle correctamente la dentición y las encías

El cuidado de las uñas: es conveniente que sea el veterinario quien realice el corte de las uñas de tu cachorro

Adoptar un perro adulto

Por lo general,los perros adultos se adaptan rápidamente a su nuevo hogar y a su nueva familia. No es cierto que les cueste mucho más aprender. Les cuesta un poco más que a los cachorros modificar algunos de sus comportamientos, pero con paciencia, comprensión y una dedicación adecuada, es posible corregir casi cualquier tipo de problema que pueda surgir. Ni la edad, ni las experiencias traumáticas son impedimentos para que el perro se adapte bien a su nueva familia.

El cambio de hábitat produce inicialmente desorientación, ansiedad y estrés al perro adulto. Los primeros días se encuentra desubicado y extraño; en definitiva, necesita un periodo de adaptación.

Va a pasar los primeros días reconociendo su nuevo territorio, las estancias, la zona por donde salís a pasear… olfateándolo todo y manteniéndose a la expectativa. Si apreciais que está distante, no quiere decir que el perro esté triste, ni que sea un perro aburrido, ni tímido, ni poco cariñoso, simplemente se está aclimatando a su nuevo hogar y a su nuea familia. En una semana o dos estará adaptado y la mayoría de veces, sin problema alguno.

Durante las primeras semanas, observa sus reacciones hacia todo lo que le rodea (personas, animales, ruidos, coches, niños, gatos, palos de escoba, otros perros…) Es fundamental para deducir si tiene miedos, fobias, algo de dominancia, si le produce ansiedad, o algún otro problemilla.

Llegada a casa

  • Ten decididos los espacios donde va a comer y dormir: si va a dormir dentro de casa será suficiente con una manta, un cojín o un cesto. Ubícalo en un espacio tranquilo y alejado de los lugares de paso. Si va a dormir fuera de casa, proporciónale una caseta aislante para que esté más protegido de la lluvia y el frío
  • Decide los horarios de paseo con el resto de la familia
  • Edúcale para que haga pipí y caca en la calle
  • Limpia el lugar donde orina y defeca. Para su desinfección emplea un buen antibacterias y un chorrito de vinagre para eliminar cualquier rastro olfativo anterior
  • Puedes cambiarle el nombre que tenía en el centro de acogida
  • Ten cuidado con los cables, los enchufes, los productos de limpieza y las plantas que le puedan ser tóxicas

Alimentación

Tu perro puede sufrir trastornos gastrointestinales debido al nerviosismo provocado por el cambio de casa. Es probable que no quiera comer los tres o cuatro primeros días, es totalmente normal.

Si esto pasara, ponle la misma comida que le ponían en el refugio, no le des comida humana. No hagas cambo de pienso de manera radical. A la semana, introduce, poco a poco, el nuevo pienso mezclado con el actual. Prograsivamente, ve aumentando la cantidad del nuevo pienso y reduciendo la cantidad del anterior.

El apetito del perro fluctúa a lo largo del año, disminuyendo normalmente en la época de más calor. Regula la cantidad de comida que le das con el objetivo de mantener estable su peso.

Hay piensos específicos para animales que tienen necesidades especiales, como alguna enfermedad crónica, sobrepeso o edad avanzada. Normalmente, para un perro adulto basta con un pienso bien equilibrado en cuanto a las proporciones de nutrientes.

El comedero lo debes ubicar en lugares que no sean de paso y a los que no tengais que acceder mientras esté comiendo. A los de tamaño medio y grande es recomendable ubicarles el comedero en alto para que no tengan que agacharse tanto y evitar una torsión del estómago, la cual puede provocar daños internos gravísimos e, incluso, la muerte.

Un perro se considera queha alcanzado la edad adulta:

  • en razas pequeñas a partir de los 8 meses
  • en razas medianas a partir del año
  • en razas grandes a partir del año y medio
  • en razas muy grandes a partir de los dos años

Depende del tamaño, edad y estilo de vida para saber cuánta cantidad come un perro adulto. Influye la calidad del alimento y el grado de ejercicio físico que realiza. Debe comer una vez al día y siempre después de vosotros.

El mejor momento para darle de comer es antes de dejarle solo durante nuestra jornada laboral, puesto que mientras hace la digestión le entrará un leve sopor y se quedará más tranquilo.

La comida que debes darle es un pienso bien equilibrado y que le aporte los mínimos nutricionales que necesita y que ofrezca una excelente digestibilidad y una buena similación.

Un alimento de calidad insuficiente puede provocar la aparición de deficiencias físicas importantes, mientras que un pienso con un exceso de grasas, carbohidratos y proteínas, además de convertirlo en un animal obeso, también puede generar la aparición de ciertas enfermedades.

Debes proporcionarle agua fresca y limpia cada día y, especialmente, durante los meses de calor y después o durante el paseo o de cualquier otra actividad física.

Prohibido darle huesos, ya que pueden dañarle muy gravemente el estómago o intestino. Cómprale huesos artificiales elaborados con piel tratada que se comercializan en tiendas especializadas. Prohibido tajantemente el chocolate, ya que contiene una sustancia que, en grandes cantidades, puede ser tóxica para los perros.

El exceso de grasa de los lácteos y sus derivados pueden producirle vómitos y diarrea, además de engordarles.

Para prevenir el sobrepeso te aconsejamos seguir las siguientes pautas:

  • raciónale el alimento, dále solo las cantidades estrictamente precisas
  • no le des comida casera
  • intenta mantener una regularidad en el horario de la comida
  • no le ofrezcas demasiados snacks
  • controla su peso regularmente

Higiene

Fija un día para hacerle una revisión completa de la piel, el pelo, las orejas, la boca y las uñas.

El baño: el pelo debe estar brillante y limpio, pero no hace falta que lo bañes continuamente ya que los champús pueden ocasionarle sequedad. Báñalo solo cuando lo necesite de verdad y con mayor frecuencia en verano.

Un buen cepillado es el método idóneo para retirar la suciedad y los pelos muertos, manteniendo el pelaje más óptimo. Hazlo con mucha suavidad, sin tirones, y si se resiste a ser cepillado en ciertas partes de su cuerpo, entretenle con un trocito de salchicha o embutido entre tus dedos, para que intente cogerlo y esté distraído mientras acabas de acicalarle.

Nunca limpies las orejas de tu perro hurgando con un bastoncillo. Utiliza un producto especial para la limpieza de los oídos o con una gasa humedecida en suero fisiológico. La frecuencia depende del tipo de perro, requieriendo más cuidados los que tienen las orejas caídas. Procura hacerlo siempre a una cierta distancia, por si el perro ha tenido alguna experiencia dolorosa anteriormente por otitis.

Los ojos de tu perro tienen que estar brillantes y sin legañas. Si aparecen legañas verdosas, consulta a tu veterinario. Puede ser el inicio de una infección. Pasa alrededor de los ojos una gasa húmeda, pero también puedes utilizar una solución oftálmica que te recomiende el veterinario. La higiene ocular tiene que ser constante en los perros con los ojos saltones (pequinés o boxers, por ejemplo) y con los ojos tristes (basset o cocker, por ejemplo).

En cuanto a la higiene bucal, para evitar que el sarro se acumule y acabe produciendo  gingivitis y periodontintis, emplea un cepillo y un dentrífico de uso específico para perros. Para ayudar a la eliminación del sarro, puedes recurrir a productos masticables a la venta en tiendas especializadas. En casos muy extremos, lo más recomendable es acudir al veterinario para que haga una limpieza a fondo.

Para las patas y uñas es importante revisar la longitud de las uñas de tu perro, especilamente si vive dentro de una casa y no tienen tanto desgaste. Unas uñas excesivamente largas le van a provocar problemas de apoyo e, incluso, le pueden quedar enterradas, produciendo abcesos. Inspecciona sus almohadillas y ponle una crema hidratante si están demasiadas agrietadas. Hay perros, especialmente los dominantes, a los que no les gusta que le toquen las patas. Ve con cuidado y revísale las uñas mientras tú le acaricias y él está tumbado y tranquilo.

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