- Las hembras son más cariñosas y hogareñas con los machos.
- Suelen pesar y medir menos que los machos de su misma raza.
- Es tan buena guardiana como el macho.
- Se adapta mejor a los hogares con niños que el macho.
- Entra en celo dos veces al año, a no ser que la esterilices.
- Responde mejor al adiestramiento que el macho, por lo que aprenderá más rápido.
Por su parte el macho:
- Suele ser más dominante que la hembra.
- Es más corpulento por lo que pesa y mide más que la hembra de su misma raza.
- Como están en celo todo el año, debes estar al tanto de las posibles escapadas si hay una hembra en celo cerca (a no ser que esté esterilizado).
- Suelen marcar el territorio con su orina en las proximidades de su casa, e incluso, dentro de ella (en menor medida si está esterilizado).
- Las hormonas masculinas determinan que sean más reacios a acatar órdenes, por lo que el adiestramiento costará algo más que en una hembra.
- El macho es mucho más territorial que la hembra.
Ahora bien, tanto un macho como una hembra castrada, no difieren tanto en sus diferencias, ya que las diferencias de género vienen obviamente dadas por una cuestión hormonal.
En perros y perras no castradas, la preocupación de muchos propietarios viene dada por la capacidad de reproducción. La preocupación de algunos propietarios porque sus perros se apareen al menos una vez en su vida, no tiene ninguna validez científica. Un macho o una hembra no tiene por qué procrear una vez en su vida, es más, una vez que el macho logra montar a una hembra, volverá a intentarlo con más intensidad y frecuencia en otras ocasiones. La hembra, por su parte, traerá al mundo más perros, con la cantidad de perros que esperan una oportunidad en las perreras.
Por tanto, olvidando el asunto reproductor, aunque el género sexual de los perros no castrados determina claras diferencias, hay que tener en cuenta que las diferencias se determinan más en cuanto a la raza de cada perro..