El hombre ha ido modificando genéticamente a través de los cruces diferentes razas de perros hasta conseguir la deseada. El problema es que los graves problemas de salud de esta raza tan popular y tan demandada por muchas personas le llevará a su extinción dada la baja diversidad genética que tiene. Hablamos del Bulldog Inglés.
El Bulldog Inglés ha sido admirado por sus únicas características que lo hacen especial: un perro fuerte, tosco, chato, con pliegues en la piel, sin rabo… Y justo son estas características lo que le pueden llevar a su desaparición, pues son todas estas características lo que le hacen sufrir varias discapacidades: tener el hocico tan chato le provoca innumerables problemas respiratorios, los pliegues en la piel son fuente de numerosas infecciones bacterianas, la falta de cola provoca problemas en la columna, su tráquea es más pequeña de lo normal, y junto a sus problemas respiratorios le provocan fatiga, dolor en el pecho y falta de oxígeno. A ello hay que sumar su reducida mandíbula que provoca que los dientes salgan amontonados y torcidos, lo que lleva también a la propensión de caries y de molestias bucodentales. Las articulaciones son tan cortas y están tan mal formadas que los partos son una auténtica tortura, lo que les obliga a que se les practique una cesárea. ¿Su esperanza de vida? Unos 5 años.
Todos estos problemas que los humanos seguimos manteniendo solo por un capricho estético ha llevado a los científicos a valorar a esta raza de perro y ya alertan que está próxima a extinguirse. La baja diversidad genética llevará a que este perro no pueda llegar a reproducirse. ¿Cómo poder salvar a esta raza? Sin duda, dejando que se cruce con otra raza que pueda reducir o eliminar todos los problemas que ahora está sufriendo esta raza, creando un Bulldog Inglés libre de discapacidades. Todo depende de nosotros, los humanos.
¿Tienes un Bulldog Inglés? Cuéntanos tu experiencia.
