No es ninguna broma ni ningún capricho estético. Wesley es un cachorro de Golden Retriever de 6 meses de edad, cuyos dientes estaban naciendo cuando aún los de leche no habían caído. Esto supuso que llegara un momento en que Wesley no podía cerrar la boca y el dolor y las molestias eran continuas.
Llegó un momento en que Wesley no jubaga e incluso había perdido peso porque no podía comer sin sentir dolor, así que su dueña decidió consultar a su padre, veterinario especialista en odontología canina y tras revisar a Wesley no se lo pensó: si Wesley no quería enfermar debían de empezar con un corrector dental para llevar sus dientes al sitio correcto, de forma que Wesley pudiera cerrar la boca correctamente, y poder jugar y comer sin sentir dolor.
¿No te lo imaginas? Mira:
Jim Moore, es el veterinario especialista en odontología canina.
Y su trabajo ha sido realmente maravilloso.
Este veterinario quiere dejar claro que los correctores dentales no deben ponerse nunca como capricho, sino cuando hay una necesidad médica grave, como era el caso de Wesley. Y no, Wesley no tendrá que llevar su ortodoncia durante un año, ¡solo por unas semanas! Así que, afortunadamente, hay profesionales que ayudan a que perros como Wesley puedan tener una vida normal, aún cuando tienen problemas severos de índole dental.
