La Leishmaniosis Canina

La Leishmaniosis es una enfermedad grave, incluso mortal en perros. La enfermedad se transmite al perro mediante la picadura de un mosquito llamado flebotomo. El agente causante de la enfermedad es un protozoo microscópico denominado Leishmania Infantum. No existe vacuna ni fármaco que lo prevenga.

Se encuentra en diferentes lugares geográficos, principalmente en países de América Latina y en todos los países de la región mediterránea, incluyendo Portugal, España, Francia, Utalia, Malta, Grecia, Turquía, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos.

El primer síntoma clínico más habitual es la pérdida de pelo, sobre todo alrededor de ojos y nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro peirde peso aunque no el apetito. Son habituales las herdias en la piel, especialmente en la cabeza y las patas en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbrase o sentarse. En las fases terminales de la enfermedad, hay una hipertrodia de las uñas que aparecen retorcidas.

Si crees que tu perro puede tener esta enfermedad, llévalo al veterinario, quien realizará una prueba analítica mediante una muestra de sangre. Dependiendo de su estado, también tomará una muestra ósea o del tejido de la glándula linfática inflamada para examinarla con el microscopio y detectar posibles parásitos.

El veterinario tratará a tu perro, aunque el tratamiento no impedirá que tu perro pueda tener alguna recaída posterior. Los fármacos utilizados son compuestos antimoniales. Se aplican mediante intección y el tratamiento puede durar varias semanas.

El período de incubación puede variar entre 3 meses y 18 meses. De forma excepcional, la enfermedad puede permanecer en latencia durante varios años. Algunos perros son resistentes y, aunque reciban picaduras de los flebotomos, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre y cuando estén correctamente alimentados y no estén sometidos a estrés. Esta resistencia, probablemente, está determinada por la genética.

Las razas más susceptibles a ser picadas por el mosquito son el Rottweiler, el Doberman y el Labrador Retriever.

En el perro, el parásito vive en un tipo especial de leucocitos de la sangre, piel y órganos internos. Es un pequeño organismo redondeado que se multiplica dividiéndose por la mitad. Cuando un mosquito pica a un perro infectado, toma parásitos de la piel. Dentro del estómago del mosquito, las células infectadas se rompen y los parásitops, que se liberan, cambian su forma y se vuelven alargados. Estas fromas alargadas flotan en el contenido estomacal y se adhieren a la pared intestinal.

Se reproducen mediante la división en dos partes y, en pocos días, el estómago del mosquito está cubierto de parásitos. Después de que la hembra pone los huevos busca otro alimento sanguíneo. Cuando la hembra pica por segunda vez, los parásitos se depositan bajo la piel del perro. Aparece una minúscula lesión dérmica (denominada chancro) en el punto de la picadura, habitualmente en la nariz o la oreja. Ahí, el parásito coloniza los leucocitos y sufre un cambio morfológico a su forma original redondeada. A medida que el chancro desaparece lentamente, los parásitos se dispersan en los órganos internos.

En los humanos, aunque podemos recibir la picadura de este mosquito, el riesgo es mínimo, y la enfermedad en humanos se trata y cura fácilmente. La incidencia de casos es muy baja en la población de la zona mediterránea, excepto en enfermos de SIDA que tienen el sistema inmunológico debilitado.

Los flebotomos son insectos de tamaño pequeño, con pilosidades y dos alas que, a diferencia de las demás especies de mosquitos, no emiten zumbido alguno. El color va desde pajizo claro a marrón oscuro. Cuadno se disponen a picar, saltan con las alas erguidas sobre el cuerpo del animal. También pican a los humanos de la misma manera. Algunas personas sensibilizadas a las picaduras presentan una reacción de fuerte prurito.

Los mosquitos no pueden verse durante el día porque permanecen en las grietas y hendiduras. Los mosquitos que transmiten la leishmaniosis canina no viven en las playas pero son más abundantes en áreas rurales o lugares con árboles de las ciudades, jardines y parques. Las larvas eclosionan de los huevos una semana después de la puesta.

En el área mediterránea, la temporada de mosquitos comienza en mayo y finaliza en septiembre u octubre si se prolonga el verano. Los mosquitos permanecen durante el invierno es estado de larvas cuaternarias.

Ambos sexos se alimentan de azúcares de la savia de las plantas o del néctar de los áfidos, pero solamente las hembras se alimentan de sangre. Una semana después de alimentarse de sangre, ponen alrededor de 100 huevos en el suelo húmedo rico en materia orgánica.

El ciclo de actividad de los mosquitos empieza al atardecer y continúa hasta el amanecer. Los mosquitos del área mediterránea prefieren las noches cálidas (16ºC) y, debido a su pequeño tamaño, no pueden volar con fuertes vientos. Sin embargo, pueden viajar largas distancias: hasta 2 KM. Mayoritariamente, pican más en el exterior, aunque también se ven frecuentemente en el interior de las casas. Buscan el alimento de sangre gracias al olor del animal que les llega a través de corrientes de aire. Entonces vuelan de dichas corrientes para asentarse y picar.

Prevención

+ Mantén a tu perro dentro de casa desde el atardecer entre los meses de mayo y octubre

+ Observa los síntomas clínicos y lleva al veterinario a tu perro para realizar una prueba serológica si sospechas que ha sido infectado.

+ Proteje a tu perro de las picaduras de mosquitos durante toda la época de riesgo con productos específicos que se venden en clínicas veterinarias y en tiendas especializadas para mascotas.

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