Un perro que ha cumplido los 8 años de edad (en razas gigantes mucho antes, en razas pequeñas mucho después) ya está entrando en lo que conocemos como Tercera Edad, es decir, se hace anciano. A partir de este momento, aunque nuestro perro haya llevado una vida sana y feliz, empezará a desarrolar algunos cambios en su salud: menor resistencia en los paseos y juegos, se reduce la agilidad y la movilidad, e incluso, empezamos a notar cambios en su personalidad. Los más destacados: apatía, desorientación, mayor dependencia con el dueño, más genio, incluso empieza a orinar y defecar en casa…
Las enfermedades y trastornos asociados con la edad avanzada del perro y que debes tener en cuenta para empezar a cuidar de él son:
- Artritis. Es la enfermedad más común y denota los mismos síntomas que la artritis humana: dolor en las articulaciones, rigidez, reducción del movimiento, etc. La artritis no es más que la degeneración de las articulaciones causando la pérdida de fluidos lubricantes, desgaste del cartílago y el crecimiento óseo anormal. Estos cambios en las articulaciones provocan dolor, rigidez y rango de movimiento disminuido. La artritis es progresiva, esto significa que empeora con el tiempo, sin embargo, consulta con el veterinario con tal de tratar la artritis con los medicamentos adecuados.
- Problemas renales. La mayoría de perros sufren problemas renales cuando llegan a cierta edad. Es una enfermedad crónica que se inicia como insuficiencia renal y progresa a insuficiencia renal completa. Aunque no existe cura para esta enfermedad, los medicamentos pueden prolongar la calidad de vida del perro. ¿Cómo saber que tu perro tiene insuficiencia renal? Observa si hay pérdida de apetito, náuseas y aumento de letargo. Ante cualquier duda, consulta con el veterinario.
- Sordera. No ocurre en todos los perros, pero debes estar atento a esta degeneración auditiva. Por desgracia nuestros perros no pueden llevar audífono, pero dado que la sordera no viene de un día para otro, sino que es gradual, acostumbra a tu perro a tener una comunicación más visual.
- Ceguera. Hay de dos tipos: la degenerativa que no tiene tratamiento, y las cataratas que pueden operarse. No todos los perros sufren ceguera absoluta, sino que hay cierta pérdida de visión. De una forma u otra, si tu perro se queda ciego no alteres su vida, sigue haciendo la vida de antes, que salga a pasear y a seguir con su rutina dado que el poder más fuerte del perro y eso no lo pierde, es su nariz. Con su nariz descubre el mundo, así que ya sea sordo o ciego, no dejes a tu perro encerrado entre cuatro paredes, tu perro ¡sigue vivo!
- Disfunción cognitiva. Algunos perros sufren demencia senil, igual que algunos humanos. Están confusos, se orinan en la cama, tienen insomnio, no saben bien donde van… Si observas este comportamiento, no dudes en visitar el veterinario. Hay medicamentos que pueden ayudarlo.
- Cáncer. La lacra del cáncer no es exclusiva de los seres humanos. Nuestros perros cada vez sufren más cáncer debido principalmente a lo que comen y a los ambientes contaminados de las grandes ciudades. Las visitas rutinarias al veterinario son fundamentales para diagnosticar un cáncer, enfermedad silenciosa que no duele pero que está ahí, por eso hacer revisiones es importante para la salud de nuestro peludo. Cuanto antes se diagnostique, más probabilidades de acabar con esta enfermedad.
- Obesidad. Otra lacra en los perros. El exceso de comida, de golosinas y el picoteo provocan que la obesidad esté a la orden del día, y aunque la obesidad no es exclusiva de la vejez, sí es cuando es más peligrosa. La obesidad provoca más dolor en las articulaciones debido al peso que debe soportar el perro, provoca el desarrollo de enfermedades del corazón y de diabetes. Hay que evitarla siguiendo una dieta natural, dejando las golosinas a un lado y dándole el ejercicio diario necesario.
Estas son las enfermedades más comunes de los perros ancianos. Si tu perro es anciano o va a entrar pronto en esta etapa, ten en cuenta estas enfermedades para que puedas cuidarlo y mimarlo como se merece. Nos ha dedicado sus primeras años a amarnos y divertirnos, ahora nosotros se lo debemos.