Andrés Calamaro, el famoso solista argentino, incendió hace unos días las redes sociales con sus declaraciones respecto a los perros y a cómo los tratamos los amantes de los perros.
Todo se originó en una entrevista en la cual se interesaron por un libro de fotografías taurinas que publicará en breve y donde hace patente su admiración por la tauromaquia. Según sus propias palabras «El mundo del toro me ofreció un respeto, una gratitud y una amistad, que son valores muy importantes.» El periodista le pregunta por la poca estima que últimamente está teniendo la tauromaquia por la mayoría de la sociedad al considerar la fiesta de los toros un claro maltrato animal y sorprendentemente su respuesta deja atónitos a la mayoría de los lectores: «Puede haber una conspiración de los fabricantes de comida para perros».
¿?¿? Sí, esa es nuestra reacción. Resulta que nuestra repulsa al maltrato animal es una conspiración de los fabricantes de comidas para perros… No contento con esto remata diciendo: «Que la gente abra bien los ojos. Mientras mucha gente se muere de hambre, se gastan miles de millones de dólares en alimentar perros y cortarles el pelo. Ésa es una industria que conviene… Es perverso, porque además el cariño que le depositamos a un perro es el que le restamos a nuestras propias familias en algunos casos. Hay que pensarlo y mantenerse distante. Lo principal es intelectualizarlo, no creer en el eslogan. Aprender a ver en los más profundo, aprender a sentir. Si no, dedicarse a otra cosa.»
Pues desde Encantador de Perros, déjenos decirle que nos parece más perverso matar a un animal que alimentarlo o cortarle el pelo, y nos parece también perverso que en vez de destinar el dinero de la entrada a ver corridas de toros, no lo destine a esa gente que se muere de hambre. Y como bien reza usted: «aprender a ver en lo más profundo, a sentir» significa empatizar. Y sinceramente, muchos de los que nos consideramos amantes de los animales, empatizamos con éstos, quizás debería hacer usted lo mismo con el toro y no desviar la atención hacia el hambre en el mundo. Le aseguro que los que somos amantes de los perros no somos precisamente quienes tenemos la culpa del hambre en el mundo.
Estupefacción.
