En tan solo un año, los dueños de perros en Estados Unidos gastaron más de 62 millones de dólares en cirugía estética para sus perros. ¡62 millones de dólares! ¿El objetivo? Eliminar o corregir lo que estos propietarios consideran «imperfecciones».
Te preguntarás, ¿cirugía de qué? Pues aunque no te lo creas, estas son las cirugías más solicitadas:
- Bótox para eliminar arrugas.
- Estiramiento facial.
- Silicona para testículos.
- Párpados.
- Piel sobrante tras obesidad.
- Etc.
¿Y quién es el encargado de estas operaciones? El prestigioso (dentro del mundo de cirugía canina) doctor Brito Edgar, a quien no dudó en acudir Kim Kardhasian para hacerle la cirugía a su perro Rockie para que luciera «más» bello, supongo que para seguir con la misma filosofía que su dueña, solo que el pobre Rockie va obligado.
El doctor Brito Edgar no considera que la cirugía canina sea una atrocidad, si es para mejorar el aspecto físico del perro. De este modo, dice que si las personas se preocupan de lucir mejor, por qué no iban a lucir mejor sus mascotas. Qué iba a decir él, si se gana la vida con eso… Sin embargo, habría que recordar a Brito Edgar que, primero, los perros no pueden decidir por ellos mismos, y segundo, en muchos países desarrollados la simple cirugía de cortar orejas y rabo como medida estética ya está prohibida, por lo que otras operaciones de este calado deberían estar prohibidos a todos los niveles.
La mayoría de perros que acuden a sus consultas son, evidentemente, perros de concursos de belleza, cuyos propietarios son capaces de pagar cantidades ingentes de dinero con el fin de que sus perros consigan los mejores puestos en este tipo de concursos. ¿Qué ocurre? Normalmente, estos perros ganadores son considerados sementales, por lo que sus dueños se enriquecen con ellos al cruzarlos. El problema viene cuando los cachorros, ¡oh, sorpresa!, vienen con imperfecciones que son incomprensibles… Claro, incomprensibles porque ignoraban que el perro semental, en realidad, sí tiene en sus genes esa imperfección aunque la cirugía lo borre físicamente.
La cirugía estética canina no es más que una atrocidad, un ataque a la naturaleza del perro. Ojalá pudiera operarse el ego de sus dueños, esa cirugía es más urgente e indispensable.
