Una pareja que se dirigía a un concierto de Coldplay, en Boston, se vio sorprendida por unos gritos desgarradores que no dudaron en grabar ante la escena que presenciaron: una joven que paseaba con su pequeño Beagle se cruzó con otro propietario que paseaba un Pitbull y, en un momento dado, el Pitbull se abalanzó sobre el Beagle sin que ambos propietarios pudieran desprender al Pitbull del cuello del Beagle.
La joven se abalanzó sobre el Pitbull sin pensárselo para proteger a su perro que gemía sin parar, pidiendo ayuda a todo el mundo para que le ayudara. Las imágenes ponen los pelos de punta:
Afortunadamente, tanto el Beagle como su propietaria están fuera de peligro, pero el susto que vivieron no se les olvidará en mucho tiempo.
¿Cómo podemos evitar estas situaciones? Absolutamente todos los que somos propietarios de un perro nos hemos encontrado que nuestro perro ha sido atacado sin razón aparente por otro perro. La mayoría de vece se queda en algo anecdótico, pero a veces, las cosas se complican.
Si crees que tu perro es de los que suele tener problemas con otros perros, no esperes a que sucedan episodios violentos. Ponle un bozal a corto plazo y a medio plazo llévalo a un etólogo para que trabaje con él este problema.
Si tu perro se ve envuelto en una situación agresiva, no dudes en levantar las patas traseras de ambos perros, principalmente del más grande (el pequeño se puede levantar rápido y desenfocarlo del otro perro). No tiréis de la correa para apartarlo ni le peguéis patadas al animal, porque lo único que se consigue es violentarlo más. Al levantarle las patas traseras el perro se ve inseguro y no sabrá qué pasa, por lo que centrará su atención en lo que pasa en su parte trasera desenfocando su atención del otro perro. Será en ese momento cuando podemos alejarlo de la situación.
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