¡Qué difícil es ser un buen propietario! A lo largo de la vida en común entre propietario y perro vamos aprendiendo de los errores, por eso hoy quiero listarte los 10 errores más comunes que cometen los propietarios de perros y así poder evitarlos:
- Escoger la raza del perro por capricho. Este es el primer error que comete un propietario que no se ha informado de la naturaleza de la raza o cruces de razas que va a convivir con él por una media de 10-12 años. Una mala elección de la raza lleva al futuro abandono del perro. Una persona que adore una raza como el Schnauzer pero no sepa que necesita mucha actividad física diaria, si no le aporta esa necesidad de ejercicio, el perro tendrá malas conductas: ladrido excesivo, orines por todo, destrozo de cosas… Luego el propietario tiene la mejor excusa: el perro es un demonio. Lo tengo que regalar. Como siempre, el ser humano, dando la responsabilidad al perro…
- No calcular los costes de tener un perro. Si quieres adoptar un perro debes saber que cuesta dinero. Es un ser vivo que necesitará comer, cuidados médicos, quizás peluquería… Por tanto, antes de adoptar por capricho, calcula que tengas siempre dinero para sus cuidados: alimentos, vacunas, microchip, cama, comederos, collar, correa…
- Falta de identificación del perro. ¿A que no te imaginas a un persona sin su documento de identidad? Sin un documento de identidad la persona no existe. Pues bien, un perro tampoco, pero en su caso es más grave, porque al no poder hablar no puede expresar dónde vive, qué le ha pasado… Solo se cae en la cuenta del error de no identificar al perro cuando éste se ha escapado, se ha perdido, ha sido robado… Por eso es fundamental seguir una serie de reglas: ponerle un microchip al perro en cualquier centro veterinario, sacar su cartilla o pasaporte, llevar en su collar una placa con su nombre y tu número de teléfono… Cualquier dispositivo que ayude a cualquier persona a identificar el perro bastará para que puedas respirar tranquilo en caso de pérdida o robo del mismo.
- Falta de educación durante los primeros meses del cachorro. Cuando se adopta un cachorro a los 2 meses de edad, el propietario debe seguir la tarea de educar al cachorro que hasta ahora llevaba a cabo su madre. Tener un perro supone tiempo de dedicación, de paciencia y de esfuerzo, y sobretodo de conocimiento. Conocer psicología canina ayudará a facilitar esta tarea y a que tu perro crezca equilibradamente. No hace falta un adiestrador, porque el mejor educador eres tú mismo.
- Falta de socialización en la etapa clave. Hay una etapa por la que pasa cualquier perro que abarca los 2 y los 4 meses de edad del cachorro en la que se da el periodo de sensibilización social. Durante este periodo el cachorro debe interactuar con todo su entorno: personas de toda clase, animales, otros perros, sonidos y ruidos diferentes, olores… Porque va a depender de estas interacciones la futura personalidad del perro. Si no es socializado, desarrollará una conducta antisocial, temerosa o agresiva con otros perros o personas. Si es socializado tendrás un perro equilibrado de por vida. ¿Qué ocurre? Que la mayoría de veterinarios prohíben a los propietarios sacar al perro de la casa hasta que no tenga las vacunas, que cosas de la vida, coincide con esta etapa de socialización. Este es un error enorme, y que debe evitarse tomando las precauciones de vigilar al cachorro de cerca en esas interacciones: que en la calle no coma ni lama nada del suelo, que se relacione solo con perros sanos y vacunados, etc.
- No aportar el suficiente ejercicio físico. Uno de los errores que más cometen los propietarios de perros y que condicionan la convivencia con el perro. Un perro que no hace suficiente ejercicio es un perro infeliz y ansioso, que para liberar esa ansiedad destrozará cosas, ladrará en exceso, no hará caso… Así que si tienes un perro con problemas de conducta, no dudes que la culpa es tuya por no darle el suficiente ejercicio físico.
- Ignorar las dolencias de nuestro perro. He conocido casos dramáticos de perros que estaban sufriendo lo insufrible y aún así los propietarios no lo han llevado al veterinario. Totalmente incomprensible. Y casos en los que los propietarios le quitan importancia a problemas de salud del perro que al final les cuesta la vida… Por tanto, sin dilaciones, sin dudas y sin preguntas… Ante cualquier molestia, cambio en el comportamiento del perro u observas que algo no va bien, acude al veterinario o como mínimo llama por teléfono y hazle la consulta.
- Pasar por alto la desparasitación del perro. Cada cierto tiempo tu perro debe ser desparasitado, ya no solo externamente, sino y sobretodo internamente. Cada 6 meses, tu perro debería ingerir el tratamiento para acabar con los gusanos y las lombrices porque no solo le pueden producir dolencias evitables, sino que puede estar en peligro el resto de la familia ante lombrices y gusanos que puedan estar por el suelo. Cuidado con esto.
- Una alimentación inadecuada. Perros que comen las sobras, alimento seco de mala calidad… Al final deriva en que en las últimas décadas los problemas de cáncer y renales se han disparado. Nuestro perro también necesita alimentarse, pero no según nuestras preferencias, sino sobre sus necesidades. Olvida el alimento seco de supermercado que no tiene nada de nutrientes, apuesta por alimento seco de alta calidad (sin conservantes, ni colorantes, sin cereales), combínalo con alimento deshidratado (compuesto de alimentos naturales) y alimentos que cocines tú sin sal ni aceites ni especias. Y por supuesto, no le cebes a golosinas.
- Los dientes, los grandes olvidados. A prácticamente ningún propietario le preocupa la higiene dental del perro. Un perro necesita cuidar sus dientes porque son muy proclives a la formación de sarro, el sarro puede llevar a gingivitis, ésta a una infección en toda la boca y que se caigan todos los dientes. Si no quieres que tu perro sufra de dolores dentales, que tenga un aliento en condiciones y unos dientes blancos, por favor, no descuides su higiene dental.
Así que sabiendo todos estos errores, intenta evitarlos por tu bien, pero sobre todo, por el bien de tu perro.
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