Una de las órdenes de obediencia básica más importantes es la de acudir a la llamada, es decir, de que el perro acuda a ti a la primera llamada. ¿Por qué decimos que es fundamental? Porque un perro que es capaz de acudir a ti al primer reclamo puede, incluso, salvarle la vida.
Imagínate que está corriendo hacia una carretera, o que anda un perro muy agresivo cerca, o mil cosas que pueden acontecer en el día a día. Si el perro no te hace caso el tiempo de reacción no vale para nada, porque poco podrás hacer. Sin embargo, si has educado y entrenado a tu perro para que acuda la primera vez que le llamas, podrás reaccionar rápidamente ante cualquier imprevisto.
¿Cómo puedes enseñar a tu perro a acudir a la llamada?
- Como pasa con cualquier entrenamiento, éste debe basarse en la paciencia, la perseverancia y el refuerzo en positivo.
- Busca una zona tranquila donde tu perro se pueda concentrar en tus ejercicios.
- Con ayuda de otra persona, mantén a tu perro junto a esta persona mientras tú te vas hacia otro lado de la casa.
- Llama a tu perro y en cuanto venga a ti, prémiale con una recompensa a base de comida: una golosina para perro, un trocito de jamón cocido, etc.
- Repite este ejercicio diariamente durante sesiones de no más de 5 minutos y en diferentes zonas de la casa.
- Cuando observes que dentro de casa está el entrenamiento bastante controlado, es hora de ponerlo en práctica fuera de casa.
- Primero busca una zona delimitada donde tu perro no pueda escapar, como un parque canino. Repite el entrenamiento como en casa: no olvides utilizar siempre la misma orden. Puedes usar su nombre y a continuación el «ven», o «ven aquí». Tampoco olvides recompensar siempre a tu perro cuando acuda a la primera llamada.
- Una vez tenga controlada la orden, no hace falta que le recompenses siempre con comida, también puedes utilizar elogios («muy bien», «buen chico», etc.), y/o caricias.
- Reforzar siempre de forma positiva a tu perro es fundamental para que siempre te haga caso. Solo con refuerzo positivo conseguirás resultados positivos.
A la hora de enseñar a tu perro es preciso tener claro que no debemos esperar que aprenda de un día para otra. Debemos tener paciencia, ser perseverantes y jamás utilizar la presión, el castigo o los gritos. Un perro aprenderá de forma más rápida y eficaz si se lo está pasando bien.