La artrosis en perros es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que produce dolor y se da en todos los perros que llegan a la vejez, independientemente del sexo del perro. Es una enfermedad que no tiene cura, puesto que es debida al envejecimiento del cuerpo del animal, sin embargo, sí podemos mejorar su calidad de vida si seguimos unas pautas veterinarias y de hábitos con el fin de reducir el dolor que sufre nuestro perro con cualquier movimiento aumentando, como he dicho, su calidad de vida.
Síntomas de la artrosis en perros:
- El perro se cansa más a menudo durante el paseo e incluso llega a pararse.
- Le cuesta levantarse o tumbarse, e incluso puede hasta quejarse ligeramente.
- Según qué movimientos puede inducir a que grite de dolor.
- Observas que cojea o se pone muy rígido.
- Le cuesta subir o bajar escaleras.
- Pierde movilidad.
Una visita al veterinario es fundamental, para que el facultativo pueda revisar a tu perro y diagnosticar finalmente esta enfermedad. A continuación, podrá poner a tu perro en un tratamiento de antiinflamatorios que ayude a reducir el dolor, así como también te dará consejos para los nuevos hábitos que tendrá que tener tu perro.
Mis recomendaciones para los nuevos hábitos para reducir el dolor que provoca la artrosis en las articulaciones de tu perro son:
- Reduce la cantidad diaria de comida. Hay que intentar reducir peso en tu perro, de esta forma, su cuerpo estará más ágil para poder lidiar con las articulaciones inflamadas.
- Paseos cortos y muy suaves, sin prisas, pero es fundamental que sea diario. Es muy positivo que se mueva. Debes ser muy estricto en la duración, frecuencia e intensidad del paseo. Siempre debe ser igual, aunque veas a tu perro mejor, no aumentes la intensidad ni frecuencia ni duración del paseo porque podrías empeorar su estado.
- Nadar es el ejercicio ideal: nadar con tu perro con tu ayuda le relajará las articulaciones y los músculos y con sus ejercicios podrá recudir el dolor a la vez que mantenerse en forma.
- Evita que se mueva bruscamente: no le induzcas a que salte, corra o se levante de forma rápida.
Y recuerda, cualquier señal o síntoma de enfermedad que observes en tu perro, no dudes en llevarlo al veterinario. Más vale prevenir que curar.