Los antiparasitarios son medicamentos antiinfecciosos que sirven para tratar infecciones causadas por bacterias y parásitos.
Como todos los dueños de perros saben, la desparasitación es una labor preventiva clave para que nuestro perro disfrute de una buena salud.
Sólo con un antiparasitario eficaz podremos garantizar que evita infecciones intestinales que pueden provocarle graves sufrimientos e incluso la muerte.
Hay que tener en cuenta que los parásitos son organismos muy resistentes, y que han evolucionado precisamente para hacer lo que hacen: adentrarse en un organismo y vivir a costa de otro, en este caso, de tu perro.
Se trata de seres vivos que pueden aparecer bajo diferentes climatologías, y en múltiples situaciones y contextos en los que disfrutan los perros.
Por ejemplo, una zona de maleza en la que el perro disfruta jugando puede ser el ambiente ideal para los parásitos.
Por eso, y aunque es imposible garantizar que un perro no va a sufrir una infección parasitaria, es necesario prevenir.
¿Cómo? Aquí te explicamos como.
¿Qué antiparasitarios existen?
Dentro de los antiparasitarios para perros, podemos distinguir entre los externos y los internos.
Los primeros se aplican sobre el pelo o la piel de nuestra mascota, mientras que los segundos se asemejan más a un medicamento tradicional.
Nosotros te recomendamos que para garantizar la salud de tu perro optes por marcas contrastadas y recomendadas por los especialistas.
Los antiparasitarios externos permiten combatir la presencia de pulgas, garrapatas, chinches, ácaros o piojos, y pueden ser también de diferentes tipos:
- Pipetas: es un método preventivo, consistente en aplicar una ampolla con líquido antiparasitario en su interior. El efecto dura de uno a seis meses.
- Collares antiparasitarios: de nuevo, permite prevenir la presencia de agentes infecciosos o parásitos, además de combatir la leishmaniosis, por lo que es muy recomendable su uso en entornos rurales.
- Champús: es una opción muy parecida a las pipetas, dado que aquí el líquido antiparasitario se contiene en el champú que aplicaremos sobre el pelo del perro.
- Sprais: en este caso, se trata de un método de aplicación directa para los perros que ya sufren de la presencia de los temibles parásitos. Es muy efectivo a corto plazo, pero debe reservarse su uso a una emergencia. De hecho, si nos vemos obligados a usar un spray es que la prevención ha fallado.
- Herramientas de extracción manual: sirven para eliminar algunos parásitos concretos, como las garrapatas.
Los antiparasitarios internos tienen la función de combatir y eliminar los parásitos que se encuentran en el interior de tu perro, porque han logrado acceder a su tracto digestivo.
Estos parásitos son muy peligrosos, y van desde la dirofilaria (el llamado “gusano del corazón”) a las tenias, pasando por diferentes tipos de gusanos o protozoos.
Para eliminarlos podremos recurrir a pastillas antiparasitarias, si bien en este caso deberás acudir a un veterinario y ajustar siempre la dosis al tamaño y peso de tu perro.
Otra opción es administrar un antiparasitario natural, que facilitará la purga estomacal de tu perro.
En cualquier caso, te recomendamos que acudas regularmente a tu veterinario, que podrá darte las mejores pautas de desparasitación y reconocerá adecuadamente a tu perro para controlar que está en perfecto estado de salud.