Los perros no tienen la capacidad de hablar para expresar lo que sienten, pero sí tienen otras formas de expresar o manifestar dolor.
Sus acciones y comportamientos pueden dar pistas a sus adoptantes de la ayuda que necesitan.
En este sentido, es el deber de todo adoptante aprender a identificar todas o muchas de las señales de los perros, accionar como es debido y, sobre todo, a tiempo.
Encontrar el motivo de las molestias que padece el perro debe ser una prioridad.
¿Cuáles son las señales y síntomas de dolor en los perros?
El adoptante debe reconocer las siguientes señales que lo ayudarán a entender a su mejor amigo de la mejor manera posible.
Los perros son capaces de formar un vínculo muy fuerte con su adoptante, que hará que ese lenguaje sea más fácil de entender.
Algunas señales, son:
Jadeo exagerado
El jadeo es uno de los comportamientos más corrientes en todos los perros, sobre todo, en aquellos días en los que hace mucho calor.
También el jadeo se puede presentar tras un paseo muy activo.
El jadeo es una forma natural que posee el organismo del perro para enfriar su cuerpo.
Por este medio, hace que la temperatura corporal disminuya.
El problema se encuentra cuando el jadeo en exceso viene de la nada.
Si el adoptante observa que el perro jadea más de lo normal, es un signo que indica que no se encuentra del todo bien.
Este jadeo repentino podría indicar al adoptante que el perro está pasando por un episodio de miedo, estrés, o por algún tipo de dolencia.
Puede incluso estar sufriendo de un golpe severo de calor.
En otros casos, puede jadear en exceso debido a envenenamiento o por algún problema respiratorio.
Por todo esto, es importante la observación por parte del adoptante.
Respiración acelerada
Esta es una de las señales de dolor que presentan los perros, ya que el malestar que sienten les da esa sensación de que no tienen control sobre su cuerpo.
Esto les impide seguir con su rutina, les produce ansiedad, nervios y estrés.
De igual manera que al ser humano cuando tiene una respiración acelerada por algún dolor intenso.
Precisamente, al no notar una mejoría, o al no poder soportarlo, los animales van a experimentar exactamente esas sensaciones.
La respiración puede ser un problema que guarde relación con las vías respiratorias.
Por ese motivo, el adoptante debe prestar atención para poder informar al veterinario los máximos detalles, con el fin de encontrar la causa y la solución.
Lamidos en exceso
Es habitual que los perros tengan la necesidad de asearse ellos mismos. De hecho, a ellos les encanta lamerse y acicalarse.
Lo que no es una conducta normal, es que el perro pase a lamerse un área en específico todo el día.
Cuando el perro se lame constantemente, esto pasa a indicar que el dolor reside en dicha zona específica.
Tal vez puede que sea estrés o ansiedad, incluso aburrimiento.
Cuando un perro se lame en exceso, se puede tener como una señal de dolencia, debido a que lo hacen con la finalidad de aliviar el dolor, de sanar y limpieza.
Por esto, si el adoptante observa ese comportamiento en su perro, se recomienda acudir con un especialista para realizar las pruebas necesarias.
Si no se actúa a tiempo, el perro podría desarrollar dermatitis acral.
No comen nada
¿Quién tiene ánimo de comer cuando se encuentra enfermo?
Este es de hecho, una de las primeras reacciones que gestiona el organismo de manera natural al sentir algún dolor, o por alguna enfermedad.
Este es un claro indicio de que el dolor en los perros no solo pasa a manifestar alguna patología, sino que además es posible que el animal sí tenga hambre, pero por el dolor, no quiera o no pueda comer.
El adoptante puede ayudarse a comprobar esto al tomar su comedero y acercarlo a su hocico.
Con esto lo que se busca es observar la reacción del perro al ver u oler la comida.
Si luego de esto el perro no se acerca a comer, es probable que tenga alguna infección o patología.
Gemidos o llanto
Otro de los síntomas que pueden experimentar los perros es el llanto, ya sea constante o de forma intermitente, debido a que depende de la dolencia que lo causa.
Si es posible, el adoptante debe observar al perro inquieto mientras se mueve, buscando alguna señal de que al moverse llore, y así poder detectar la zona de la dolencia.
Puede que el adoptante se alarme al encontrarse con que el llanto o los gemidos se incrementen o sean exagerados.
Si sucediera esto, se debe acudir con el médico veterinario de inmediato.
Aislamiento y agresividad
Los perros pueden llegar a parecerse mucho más a los seres humanos de lo que se piensa.
Algunas personas cuando no se logran sentir bien, tienden a aislarse o manifestar el dolor por medio de la agresividad.
Justamente a los perros les ocurre lo mismo y, por eso, es normal que al sentir dolor prefieran quedarse solos, o adoptar una actitud agresiva.
Si el adoptante comienza a notar que el perro tiene una conducta antisocial, que no le saluda cuando llega a casa, o que evita cualquier tipo de contacto físico y se torna agresivo al acercarse es muy probable que sea un síntoma de dolor que debe ser atendido cuanto antes.
De esta manera, en lugar de reaccionar con algún regaño, o intentar agobiar al perro, primero es necesario intentar identificar otros síntomas o señales, para acudir con el veterinario rápido.
Algunos perros cuando se sienten heridos o sienten dolor pasan a ser agresivos.
Esto significa que, si el perro normalmente es muy dócil o cariñoso, y de repente comienza a gruñir y a colocar sus orejas hacia atrás, algo está pasando.
En ese momento es mejor dejarlos tranquilos, porque si el perro se siente amenazado o intentan tocarlo, puede morder.
Letargo
Muchos perros cuando sienten dolor manifiestan letargo.
Sin embargo, no es un síntoma exclusivo de alguna dolencia.
El letargo puede manifestarse también por algunos cambios en el ambiente y otros factores.
Puede ser una consecuencia de dolor cuando se observa que el perro pierde interés por actividades que normalmente disfruta.
Si el desinterés persiste, y pese a intentos de animarlo no es posible, sin duda necesita atención médica para descubrir el verdadero motivo de lo que sucede.
Vocalización excesiva
Las vocalizaciones excesivas son importantes de reconocer.
Todo esto se da cuando el perro trata de esconder el dolor.
Los perros que están enfermos, pasan a expresarse de forma vocal y en combinación con alguna acción en específico.
No suele ser para nada fácil detectarlo, debido a que un perro herido se puede expresar de diversas maneras como: gruñido, ladrido, aullido o incluso con gemidos.
Si el perro se encuentra más ruidoso de lo normal, es mejor ir al veterinario para un adecuado diagnóstico a tiempo.
Cambios en sus ojos
Los cambios en los ojos son sumamente notorios en los perros.
Los perros al tener o sentir una dolencia ocular, estos entrecierran los ojos con mucha frecuencia.
A esto se le puede sumar que las pupilas se ven más pequeñas.
En cambio, si perciben dolor en otras partes del cuerpo, las pupilas pasan a hacerse mucho más grandes.
Búsqueda de afecto
La búsqueda de afecto es una de esas señales extrañas que se pueden notar tarde o temprano en los perros.
Algunos perros que no se sienten bien pueden intentar mantenerse lejos de su adoptante, pero otros son todo lo contrario, y buscan el afecto de manera constante.
Observar convulsiones o temblores
Otro de los casos es por medio de las convulsiones o los temblores.
Los dolores agudos en los perros se pueden observar y palpar.
Si se toca un área y esta se siente con espasmos o temblores, quiere decir que el perro está sufriendo de algún problema.
A esto se le suma, las reacciones involuntarias del cuerpo que se emiten a su vez como síntomas de algunas patologías.
Estas suelen ir acompañadas de malestar general y otras señales visibles.
Las enfermedades más comunes en los perros son el moquillo canino, tumores cerebrales, artritis, epilepsia, hipoglucemia o una posible intoxicación.
Cambios en el sueño
Los perros también disfrutan de dormir y es algo necesario para ellos, pero cuando se sienten mal o algo les duele, no logran hacerlo con normalidad.
Puede que el perro sienta algo de malestar en su cuerpo, o que tenga algún dolor más intenso, y por eso no consiguen dormir normalmente.
El adoptante puede notar que el perro se encuentra nervioso o algo inquieto.
También puede llorar o ladrar para captar su atención.
Si es así, y el perro nunca antes había mostrado alteraciones en las horas de sueño, entonces se debe alarmar y actuar.
En caso de que exista alguna herida, se puede aplicar una serie de medidas de primeros auxilios básicos pero si es una herida grave, es importante que lo vea un veterinario para evitar complicaciones y que la herida se infecte.
¿Cómo se pueden comprobar las dolencias en un perro?
El adoptante puede intentar ayudar a su mejor amigo comprobando si siente dolor o no.
Algunas maneras de hacerlo son las siguientes.
- Tocar partes de su cuerpo:
Por medio del tacto el adoptante puede comprobar si el perro siente o no dolor en alguna parte de su cuerpo.
Si el perro siente dolor, va a reaccionar con algún ladrido, llanto, grito, gruñido o un mordisco.
Si el adoptante quiere comprobarlo, ha de ser necesario que palpe diferentes partes del cuerpo y ver su reacción.
Siguiendo este ejemplo, si el perro reacciona al tocar una de las patas, se puede intentar hacer que camine para comprobar que lo haga con normalidad.
Si sucede lo contrario y cojea, puede ser síntoma muy evidente de dolor.
En los perros es mucho más evidente que en otros animales.
Importante: Conocer al perro es algo que solo el adoptante puede lograr, su personalidad, lo que le gusta y lo que no.
De esta manera el adoptante va a poder detectar a tiempo cuáles son las señales de dolencia que tiene su perro al observar algo diferentes en ellos.
Otras señales a considerar, son:
- Apatía o desgana.
- Cojea.
- Ladra poco o nada.
- Ladra más de lo normal.
- Adopta posturas extrañas.
Nota: Con frecuencia los perros se sienten mal y lo manifiestan al acostarse de un lado con las patas estiradas.
Puede parecer una conducta normal, pero dependiendo de la postura, puede notarse un cambio notorio al respecto a la posición habitual para dormir.
Consejos generales para los adoptantes
- Los adoptantes siempre deben ser muy observadores con sus perros para detectar cualquier comportamiento o síntoma extraño. Los perros son rutinarios y al conocerlos bien, es fácil detectar que algo cambió.
- Es de vital importancia que el adoptante logre reconocer lo que a su perro le afecta o le duele. Pero también es importante que el adoptante no pierda el control de la situación y se busque una solución.
- Al momento de identificar un comportamiento extraño en un perro, lo mejor que se puede hacer es pedir ayuda a un veterinario. Nunca se debe automedicar a un perro, debido a que podría ser peor para su salud. Solo el veterinario es el experto calificado para diagnosticar el problema que el perro tenga y capaz de actuar para ayudarlo de la mejor manera.
- El adoptante sí puede intentar que el perro no se sienta tan mal, brindándole cuidados, agua, alimento y cariño. Por supuesto, siempre y cuando el perro coopere a esas atenciones.
- Una solución natural para reducir el dolor (consúltalo con tu veterinario) es el consumo de CBD en perros. Un producto 100% natural y muy utilizado por muchos perros para reducir problemas de dolor articular, dolor por cáncer, etc.
La vida de un perro puede correr peligro si el adoptante no actúa rápido.
Su salud y bienestar es un compromiso y una gran responsabilidad.
Además, un perro es un miembro más de la familia y si ellos sufren, los adoptantes también.
Es necesario hacer todo lo posible para ayudarlos a sentirse mejor cuanto antes.