Muchos adoptantes tienden a dar de comer sobras al perro con lo mismo que han comido como una forma de mostrar cariño y empatía, o simplemente en señal de una recompensa.
Aunque este acto de por sí no resulta perjudicial, se debe tener en cuenta que no todos los alimentos que consumimos son apropiados para el organismo del perro, llegando incluso algunos a ser tóxicos y hasta mortales para ellos.
Algunos veterinarios desaprueban totalmente la práctica de brindar las sobras a los animales, mientras que otros, aunque no lo rechazan del todo, sí que recomiendan que se vigile y se tenga en cuenta los ingredientes de las comidas que se va a compartir con el perro.
¿Por qué no debes dar de comer sobras al perro?
Hay que tener siempre en cuenta que los perros son animales esencialmente carnívoros, así han evolucionado desde sus inicios.
Sin embargo, se han ido adaptando a una dieta omnívora, es decir, que pueden comer casi de todo, similar a como lo hacemos los humanos.
Los perros necesitan consumir comida de calidad, con los nutrientes necesarios para su sano crecimiento.
En su alimentación, debe incluirse la base proteica de origen animal, que puede provenir de carnes rojas o blancas como los pescados, siendo complementada con variedad de otros elementos como cereales, legumbres y verduras.
Nota: Podemos darnos cuenta que la alimentación de los perros resulta bastante similar a la humana, lo que podría dar como resultado la opción de alimentar a los perros con comida casera.
Esta opción no está mal, siempre y cuando se haga de la manera correcta: bajo supervisión veterinaria.
Lo negativo de dar de comer sobras al perro es cuando solo son las sobras sin preocuparse por lo que sea, o si es dañina o no.
Por todo esto, siempre hay que consultar a un médico veterinario experto para prevenir posibles malestares y enfermedades no deseados por la inadecuada alimentación.
¿Qué ocurre si el perro no se alimenta correctamente?
Si los perros no se alimentan bien, pueden desarrollar enfermedades o manifestar patologías que pongan en peligro o dañen su salud.
Entre algunas de ellas podemos mencionar las siguientes:
Malestares digestivos
Al igual que ocurre con los humanos, las comidas pueden caer pesadas o ser difíciles de digerir, generando trastornos digestivos.
Esto trae como resultado el desarrollo de irritaciones, vómitos, diarreas o incluso flatulencias, si comen alimentos fermentables como coliflor o judías.
Intolerancia al gluten y alergias:
Hay ciertos alimentos que consumimos a diario que son propensos a activar y desarrollar intolerancias alimentarias y alergias en los perros.
Entre estas tenemos los alimentos lácteos, cereales, carnes rojas, soja, entre otros, con los cuales se pueden presentar en el perro diarreas, cuadros alérgicos con dermatitis y mucha picazón.
En estos casos, lo más adecuado es acudir con el veterinario para que realice un diagnóstico y establezca un tratamiento.
Con un buen diagnóstico el médico podrá determinar cuál es el ingrediente intolerable por el perro para, en la medida de lo posible, proceder a su eliminación de la dieta.
También puede recetar dietas hipoalergénicas que resulten de mayor provecho para el perro en caso de que sea necesario.
Pancreatitis
Esta se desarrolla por exceso de grasas consumidas.
Puede ser que parezca que las porciones de grasa sean pequeñas, pero todo dependerá del tamaño y peso del perro, por lo que alguna porción pequeña, podría resultar excesiva.
Los síntomas que mostrará en esta situación será un intenso dolor abdominal, debilidad general, diarrea, vómitos.
Aunque los perros pueden recuperarse de la afección, el daño en el páncreas podría perdurar o ser irreversible.
Obesidad y sobrepeso:
Más allá de lo estético, se trata de un problema grave.
También, pueden tener tendencia a sufrir otras enfermedades asociadas y/o agravar las presentes, todo debido al incorrecto funcionamiento de su organismo.
Las sobras suelen representar un manjar delicioso para los perros, siendo más apetecibles que las comidas adecuadas como los piensos de calidad o una buena y equilibrada dieta casera.
Por todo eso, es muy importante que el adoptante esté muy atento a su ingesta para que no desequilibre su dieta normal.
Además, enseñarles que solo se les dará raciones adaptadas, para evitar que pidan más alimento del que verdaderamente necesitan.
Si aún el adoptante decide ofrecerle sobras a su perro, es importante tomar en cuenta que esta no supere el 10% de su ingesta diaria de alimentos, para procurar mantener un correcto equilibrio en su alimentación.
Nota: Al ofrecerle al perro restos de comidas de nuestra mesa o plato, se le estará enviando un mensaje erróneo.
En ese sentido, el perro creerá que puede y tiene permiso para hurgar y tomar comidas o restos que se encuentren sobre la mesa, la basura, entre otros.
Esto no lo hace con mala intención, es simplemente que está siguiendo su instinto.
Por supuesto, esta mala actitud aumenta enormemente el riesgo de que tome alimentos que se encuentren en descomposición, generando peores problemas en el tracto digestivo.
Sobras que no deben comer los perros
Las sobras de las comidas de las personas pueden ser cualquier cosa, desde un poco de arroz con pollo, hasta algún trozo de fruta o vegetal.
Es importante recordar que si quieres dar de comer sobras al perro no todas las sobras son aptas.
Los siguientes tipos de restos de comida no se deben ofrecer a los perros debido a que pueden perjudicar seriamente su salud:
- Huesos cocidos: Estos huesos al ser cocinados normalmente se endurecen más, debido a que se deshidratan y eso los vuelve quebradizos, lo que puede derivar que al comerlos tengan astillas que puedan hacer mucho daño al tracto digestivo.
- Restos de pescados: Por razones similares a los huesos cocidos, los restos de pescado son unas sobras prohibidas para los perros. Sus espinas pueden rasgar y dañar los intestinos.
- Chocolates: Estos contienen una molécula denominada teobromina, la cual es tóxica para los perros debido a que puede comprometer seriamente a su salud. Con solo seis gramos de chocolate por cada peso que tenga el perro, será suficiente para que sea dañino.
- Embutidos: Muchos adoptantes creen que ofrecerles a sus perros un poco de jamón o cualquier embutido es saludable y bueno para ellos, pero en realidad, pueden ser alimentos altos en grasa y muy salados. Por lo tanto, les ocasionarán problemas en su estómago, entre otras complicaciones.
- Productos lácteos: Muchos perros son intolerantes a la lactosa. Esto se debe a que muchos perros no tienen la enzima que permite que el azúcar que contiene la leche se disuelva. Para saber que un perro es intolerante manifiesta vómito, diarrea, otros.
- Uvas y pasas: Su consumo puede hacer que los perros tengan fuertes daños gastrointestinales, insuficiencia renal y en muchos casos, provocarles la muerte.
- Aguacate: Los aguacates tienen una sustancia llamada Persin, que es tóxica para los perros. No es la pulpa del aguacate la que es tóxica para ellos, sino el centro llamado cuesco, su cáscara y las hojas.
- Cebolla y ajo: Las cebollas y los ajos son tóxicos para los perros, debido a que pueden dañar su sistema digestivo. También pueden intoxicarlo.
Sobras que sí pueden comer los perros
Aunque en el punto anterior parece que el perro no puede comer absolutamente nada de las sobras de sus adoptantes, no todo es malo para ellos.
De ahí la importancia de saber reconocer qué puedes darle y qué no.
Si quieres dar de comer sobras al perro debes saber que sí pueden comer lo siguiente:
- Restos de yogures naturales (sin azúcar) pueden resultar beneficiosos, ya que aumentan la flora intestinal.
- Carnes rojas bien cocidas al vapor o la plancha sin ningún tipo de especias ni sal.
- En el caso de pescados, hay que ser cuidadosos con las escamas y espinas, pero si se las retiras totalmente es al vapor, horno o plancha pueden comerlo.
- Pan, arroz y/o pasta hervida sin sal ni condimentos de ninguna especia.
- Las verduras cocidas son rica fuente de hierro y vitaminas.
- Frutas como manzana, melón, sandía, melocotón, peras, plátanos y moras.
Nota importante: Para lograr una dieta balanceada para su perro, primero sería pensar en que ellos corren los mismos riesgos que nosotros al comer.
Por ejemplo, uno suele sacar las espinas o trozos pequeños de hueso de lo que comemos.
La naturaleza de los perros los lleva a que intenten comer rápidamente, lo que podría representar serías complicaciones.
Respecto a cómo formarle un menú, lo mejor es ir con veterinario que lo guíe en lo que puede prepararle a su perro: él tiene el conocimiento y experiencia para determinar la mejor dieta y porciones de acuerdo a la raza, edad, tamaño y peso.
Esto ayudará a mantener la buena salud de su perro.
¿Se pueden mezclar las sobras con el pienso?
Es importante que los adoptantes vigilen bien la alimentación que se le va a dar al perro, ya que no todos los alimentos caseros combinan con el pienso, tanto para la digestión como en balance alimenticio.
Lo más recomendable es alternar entre comida casera y pienso, haciendo una comida de cada tipo intercalada.
Puede ser beneficioso hacer un par de días con comida casera y otros tantos con el pienso, siempre vigilando que las porciones sean adecuadas para una alimentación balanceada.
A pesar de todo, es importante tomar en cuenta que los piensos, en cualquiera de sus presentaciones, está diseñado de forma que sea absorbido de una manera muy eficiente y cubra las necesidades nutricionales del perro.
No es recomendable unir ambos alimentos porque los procesos digestivos son diferentes y podemos dañar su sistema digestivo.
¿Qué nutrientes deben incluirse en la dieta de los perros?
Hay tres nutrientes que son imprescindible en cualquier dieta alimentticia canina:
- Las proteínas:
Son los nutrientes más importantes en la alimentación canina.
Están compuestas de aminoácidos esenciales para la asimilación y almacenamiento de nutrientes, que se encuentran principalmente en tejidos musculares y vísceras.
De la misma forma, son importantes en la trasmisión de impulsos eléctricos a través del sistema nervioso.
El perro ha evolucionado de tal manera que es capaz de asimilar grandes proporciones de proteínas de origen animal y también vegetal (cereales).
- Grasas:
Las grasas son relativamente bien digeridas por los perros, debido a que su evolución ha fomentado esta habilidad.
Estas son una fuente importante de energía necesaria para el cuerpo, aunque si se consume con exceso, representará un problema alimenticio y de salud en general.
Hay que buscar un equilibrio óptimo para el perro, teniendo en cuenta su peso y tamaño para que disponga de las reservas energéticas necesarias sin que eso afecte a su salud y peso general.
- Hidratos de carbono:
Son importantes para el buen funcionamiento del sistema nervioso central y corazón.
Se encuentran principalmente en legumbres, verduras, frutas, tubérculos y hortalizas.
Aportan energía en forma eficiente.
Aunque de forma natural los perros no buscarán estos alimentos, se le pueden ofrecer debido a que no les harán daño, aunque siempre hay que tener en cuenta las cantidades que ingieren para evitar excesos.
Vitaminas importantes en la alimentación de los perros
Igual que los nutrientes anteriores, los perros también requieren ingerir vitaminas. Algunas que son beneficiosas para ellos, son:
- Vitaminas A y E: Son antioxidantes que mejoran la salud de la piel y ojos. Hígado y huevos son excelentes fuentes de estas vitaminas.
- Vitamina B: Sirve para el buen funcionamiento celular, contribuyen con la transmisión del impulso nervioso y la asimilación de otros nutrientes. Incluso influye en la reparación del ADN. Puede encontrarse en legumbres, vísceras, cereales, huevos y hortalizas.
- Vitamina C: Contribuye a la fortaleza del sistema inmune. Se encuentra principalmente en hojas verdes.
- Vitamina D: Esta vitamina ayuda en la absorción del calcio y fósforo, esenciales para la generación y fortalecimiento de dientes y huesos, por lo que es esencial para el crecimiento. Pueden encontrarse en pescados como atún y sardina, aceites de hígado de pescado y otros. Los alimentos especiales para perro generalmente cuentan con un buen aporte vitamínico.
Minerales beneficiosos para los perros
Fundamentales para una buena dieta nutritiva:
- Calcio: Esencial para consolidación de esqueleto y dientes. El exceso puede provocar calcificación (huesos quebradizos).
- Fósforo: Contribuye al fortalecimiento de las membranas de las células.
- Potasio: Interviene en el funcionamiento interno de las células, así como el corazón.
- Sodio: Regula el equilibrio de agua corporal y el gasto energético.
- Magnesio: Básico para la transmisión de impulsos nerviosos y del funcionamiento muscular.
- Hierro: Esencial para el transporte de oxígeno por la sangre a los músculos.
Como ves, dar de comer sobras al perro es lo peor que puedes hacer.
Y tú, ¿cómo alimentas a tu perro?