Sin embargo, lo que para él había sido una decisión llamémosla «guay» se volvió contra él cuando la reacción de las redes no era la que esperaba, puesto que las personas empezaron a acusarle de maltratador, de ignorante, de no tener nada en la cabeza… Y es que Emerson Damascenos, un tatuador profesional brasileño debió pensar que sería toda una obra de arte tatuar a su bull terrier.
Este era su perro antes:
Y éste es su perro ahora:
Indignante y vergonzoso. Que utilice a su perro para promocionar su profesión, que encima le haya tatuado en zonas tan sensibles como las orejas, el hocico o los ojos… y que alardee de ello en las redes sociales. Pues este alarde de «profesionalidad» le va a salir muy caro a su dueño, ya que ha habido centenares de denuncias que lo van a llevar a los tribunales brasileños por maltrato animal.
Ha sido tanto la ola de indignación que el dueño se ha justificado diciendo que algún veterinario le aconsejó que le tatuara la piel a su perro dada la alta probabilidad de desarrollar cáncer de piel, hecho que no tiene base científica ninguna. Sobra decir que ha tenido que eliminar sus cuentas en las redes sociales debido a la oleada de insultos que le llegaban.
¿Qué pasará con su propietario? ¿Y con el perro? ¿Seguirá siendo la justicia tan indulgente como en otros casos o por fin dará ejemplo de defensa de los derechos animales?
Con nosotros podemos hacer lo que nos dé la gana porque nosotros tomamos la decisión sobre nosotros, pero los perros no tienen ninguna necesidad de pasar por caprichos estéticos fruto del egoísmo de sus dueños.
¡Basta ya!
Está repleto de personajes tarados a los cuales tendrían que quitarles al pobre animal que tienen a su lado.
El Bull terrier en peligroso para familias con otros perros