30 años de experiencia en trabajos de terapia con perros y presos han arrojado resultados concluyentes: los presos que durante su internamiento en prisión han interactuado con perros no han vuelto a reincidir en su gran mayoría.
El programa Dog Prision Program es un programa que se inició hace más de 30 años en más de 300 cárceles de los Estados Unidos y es un programa con tan buenos resultados que se ha extendido en algunas cárceles de Latinoamérica y Europa.
¿En qué consiste el programa Dog Prision Program? El programa consiste en utilizar a perros como terapia a los muchos de internos que no reciben visitas, sienten mucha soledad y sufren la falta de libertad que supone vivir aislado durante años del mundo.
El contacto con un perro les permite interactuar con alguien con el que no tienen problemas para interactuar: les es fácil liberar sus sentimientos, sus emociones, alguien con el que confían y alguien que les da amor a cambio de nada.
Los perros les permiten abrir su corazón, sentirse menos angustiados y ocupan su mente en algo que no es dañino. Cuando una persona tiene tanto tiempo libre su cabeza va a mil y los pensamientos suelen ser negativos y dañinos hacia su persona.
Ese rato que pasan con el perro no solo les relaja y los desenfoca de pensamientos dañinos hacia su persona o hacia terceras personas sino que son capaces de aumentar su autoestima y enfocar su vida hacia la búsqueda de un futuro laboral y personal equilibrado.
Por poner un ejemplo de los resultados tan positivos de este programa, en una de las cárceles de Argentina en la que participaron 79 reclusos, tan solo 1 volvió a reincidir.
Sin duda, los perros vuelven a formar parte imprescindible en la vida de los seres humanos, y realizando una labor que muy pocos humanos saben hacer: recibir y dar amor sin condiciones.