¿Sorprendido o sorprendida? Pues así nos hemos quedado nosotros: sorprendidos ante esta iniciativa que es primicia en el mundo entero y es que, algunos afortunados peludos, pudieron asistir como hacen los seres humanos a un exposición de arte interactiva. ¿Y por qué interactiva? Pues efectivamente, para despertar el interés por el arte del perro. Sin interacción no habría motivación alguna por parte del perro para valorar ese arte, sin embargo, al ser interactiva, el perro no solo estuvo motivado en todo momento sino que se lo pasó bomba.
La idea fue de Dominic Wilcox, un artista británico que, sabiendo que los perros al igual que los seres humanos tienen emociones, y el arte trata de despertar emociones concretas, ¿por qué no hacer llegar el arte a nuestros peludos de cuatro patas? Y así lo hizo: montó una exposición de arte interactiva tan solo dos días para poder valorar el éxito de la misma y el resultado, ¿cuál crees que fue? ¿Un fiasco? Pues todo lo contrario: fue todo un éxito. Los perros no solo interactuaron con las diferentes obras de arte que se exponían sino que lo pasaron en grande.
Para montar la exposición tuvo en cuenta diferentes detalles:
- Los cuadros debían contener única y exclusivamente los colores que el perro puede distinguir sin problemas: azul – amarillo.
- Los cuadros debían contener objetos familiares para el animal: muslos de pollo, farolas, etc.
- Los cuadros estaban colgados a ras de suelo para que quedaran a la altura de los ojos del perro.
- Las obras esculturales estaban totalmente abiertas para que cualquier perro pudiera olerla, pasearse sobre ella y disfrutarla.
Algunos de los ejemplos de esta sorprendente exposición de arte canino, en el que se las nuevas tecnologías aplicadas al mundo canino han tenido mucho que ver, fueron el Dinner Time, un gigantesco cuenco con pelotas que simulaban bolitas de pienso donde los perros disfrutaron muchísimo:
Saltar dentro del cuenco donde encontrar multitud de bolas simulando croquetas de pienso fue uno de los juegos que más diversión aportó a los peludos.
O el Cruising Canine donde simulando la ventanilla del coche el perro podía asomarse y a través de un ventilador sentir la sensación de viajar en coche con la ventaja de poder diferenciar multitud de olores preparados a conciencia (a calcetín usado, a carne cruda, etc.):
Todo un estímulo mental para el perro a través de las células olfativas.
O la tele interactiva donde los perros eran «engañados» al intentar coger al vuelo sin éxito un frisbee.
Algunos de los cuadros que, como ves, despertaron el interés de los perros para sorpresa de muchos de sus adoptantes:
Estamos realmente sorprendidos de la buena acogida que ha tenido entre los perros, sin embargo, nos ha encantado la idea porque no cabe duda que se estimula física pero sobretodo mentalmente al perro.
¡Lástima que nosotros no tengamos al alcance una exposición de esta envergadura!
¿Y a ti te ha sorprendido? ¿Llevarías tú a tu perro a una exposición de arte interactiva para que pudiera disfrutar de su contenido?