Cuando un cachorro llega a nuestras vidas, es importante alimentarlo con un pienso adaptado no solo a su edad, es decir, específico para cachorros, sino también a su tamaño adulto.
El pienso para cachorros debe introducirse desde el destete e incluso antes ya que se recomienda alimentar a la madre gestante y lactante con un buen pienso para cachorros debido a los altos requerimientos nutricionales que tiene durante esta etapa de gran demanda. Esto no solo contribuirá a que los cachorros se desarrollen de manera saludable, sino que también evitará problemas y deficiencias en la madre. Por lo tanto, el alimento para cachorros debe tener un contenido elevado de grasas y proteínas.
En el momento del destete, a veces es necesario humedecer un poco el pienso para ayudar a los cachorros a deshacerlo, especialmente si son de raza muy pequeña o aún no tienen todos sus dientes. En caso de necesidad, se puede mezclar con un poco de agua caliente y triturarlo con un tenedor hasta obtener una especie de papilla. Por lo general, el tamaño y forma de la croqueta están perfectamente adaptados a su tamaño, permitiéndoles comer sin problemas una vez iniciado el destete.
Si bien se supone que todos los piensos para cachorros cumplen con los requisitos básicos para un buen crecimiento y desarrollo, se puede ir un paso más allá teniendo en cuenta la raza o tamaño adulto de nuestro cachorro. Algunos piensan que la única diferencia entre un pienso y otro radica en el tamaño de la croqueta, siendo esta más pequeña para los perros mini. Sin embargo, hay otros factores a considerar.
Es evidente que los requisitos de crecimiento de un chihuahua o un yorkie son muy diferentes a los de un labrador o mastín. Si bien estos últimos tienen un crecimiento más intenso y exigente, también es más prolongado en el tiempo, ya que muchos de ellos continúan creciendo más allá del año, incluso hasta los 18 meses, los perros mini en cambio crecen más rápidamente en proporción.
La mayoría de ellos alcanzan su tamaño adulto a los 9-10 meses, lo que hace que este breve período de tiempo sea nutricionalmente exigente para completar su crecimiento de manera saludable y equilibrada. Los perros mini, independientemente de su edad, requieren un alimento más calórico, rico en proteínas animales de calidad, con carne o pescado como primer ingrediente, y también más rico en grasas.
Para satisfacer las necesidades de estos cachorros mini y las madres gestantes, sin olvidar el período de lactancia, Lenda ofrece Lenda Puppy Mini First Bite. Con un 33% de proteína y un 17% de grasa, cumple con los requisitos mencionados. Además, esta proteína es de alta calidad y palatabilidad, basada en aves de corral, pescado y huevo. Dado que los perros mini tienen menos problemas articulares, a menudo se descuida el cuidado óseo y articular en estas razas. Por lo tanto, es importante proporcionar suplementos para prevenir estas problemáticas, incluso durante la etapa de cachorro, en la que experimentan un crecimiento rápido en un período de tiempo corto. Además, tienden a tener problemas de sobrepeso en la edad adulta, lo cual podría agravar aún más estas cuestiones. Con el fin de prevenirlo, este alimento incluye colágeno y condroprotectores (glucosamina y condroitina) para reforzar y proteger las articulaciones, y MSM como antiinflamatorio natural. Además, se añaden los exclusivos FAECs de Lenda, como el FAEC Inmune o el FAEC Digestive formados por alimentos e ingredientes funcionales seleccionados por sus propiedades inmunológicas y digestivas y su FAEC Probio compuesto por cepas de levaduras y bacterias intestinales que cuidan la macrobiota intestinal y mejoran sustancialmente la asimilación de los nutrientes para cuidar la calidad de vida actual y futura del cachorro.
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